En apenas 20 minutos desde Sos del rey católico en dirección a Navarra podemos disfrutar de una excursión con dos características, pasado romano y una naturaleza sorprendente.
En otro artículo anterior os hablamos del yacimiento romano de Los bañales en Uncastillo. A continuación veréis como esta zona estuvo muy influenciada por la cultura romana y fué un enclave importante del paso del imperio por estas tierras.
Justo en la rotonda donde nos indica la entrada a la autovía de Pamplona tenemos un desvío que nos lleva a pocos metros hasta la villa romana de Liédena. Sorprende el tamaño de las excavaciones y la importancia de las ruinas recuperadas.
Una gran villa romana en la que podemos contemplar, ayudados por los paneles informativos, la distribución y el modo de vida en aquella época. Tenemos la posibilidad de realizar una visita que nos puede llevar más de media hora si nos dedicamos a profundizar en la historia. No podemos dejar este enclave sin deleitarnos con las vistas de la Foz de Lumbier. Desde el mirador veremos el viejo puente en ruinas del que se ve la parte izquierda y al que llegaremos al adentrarnos en la Foz.
Tenemos dos posibilidades, volver a Liédena y empezar el paseo desde allí por el camino o llegar hasta Lumbier y entrar por le parte contraria para recorrer primero el interior de la Foz.
En esta ocasión hicimos este último recorrido y las imágenes corresponden a esta segunda posibilidad.
Como decimos hemos de llegar hasta Lumbier entrando en la autovía y justo a la entrada del pueblo seguir la indicación a la Foz y centro de interpretación. Allí encontramos un Parking en el que podemos dejar el coche por un precio de 2,5€. Si bien tenemos a dos personas que nos entregan unos interesantes folletos y nos explican lo que podemos ver en el paseo.
Ya solo queda coger el camino y prepararnos para disfrutar pasando por los túneles, bajando hasta el río y fotografíando la fantástica flora y fauna que nos encontraremos en el recorrido.
Como indicaciones os destacaré las siguientes:
Bajada al río: aunque veréis diferentes posibles entradas, la más cómoda pero que debemos hacer con cuidado se encuentra justo antes de entrar al segundo túnel a la derecha. En ese punto podremos parar un rato a contemplar el cañón y el río que baja con más fuerza.
Puente de piedra: Nada más terminar el segundo túnel debemos fijarnos a la derecha que entra un camino en el que vemos unas señales. Seguiremos este sendero pedregoso con sumo cuidado ya que en algunos momentos se estrecha y requiere ir con cuidado. Cuando lleguemos a ver el puente tenemos que hacer una pequeña bajada en la que otra vez deberemos andar con cuidado ya que las rocas debido al paso de la gente está muy desgastada y patina. Es conveniente bajar pegados a la roca para sujetarnos convenientemente.
Y eso es todo. Disfrutar de la excursión y ya nos contaréis que os ha parecido.
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