La huella judía en las Cinco Villas se reparte por gran parte de la comarca con un magnífico estado de conservación en su inmensa mayoría. Podemos encontrar ejemplos en municipios como Ejea de los Caballeros (Barrio de la Corona) , Sos del Rey Católico, Tauste , Luna, Luesia, Uncastillo (Barrio nuevo), El Frago y Biel (Barrio Verde) exhiben el pasado sefardí en las distintas juderías que nacieron durante los SS. XI y XII.
Las aljamas o juderías son conocidas pero el visitante puede no tener idea de ello, ni siquiera que existieran, si embargo varias poblaciones a través de sus calles nos anuncian que en ellas habitaron moros y judíos.
Les proponemos un recorrido por las principales juderías de la Comarca, para que ayudados por las indicaciones que hay en los municipios conozcan la forma de vida de esta importante comunidad.
SOS DEL REY CATOLICO
El barrio judío de Sos es recorrido por una calle, desde ella salen vías que llevan a parte del pueblo y callejones que se pierden dentro del propio barrio (como por ejemplo la calle “sal si puedes”). La plaza de la sartén es un lugar pintoresco dentro de este barrio al que se le atribuye este nombre por mantener una forma parecida a la de una sartén. En las puertas de muchas casas podemos descubrir que suerte corrieron los moradores de esas casas cuando la expulsión de los judíos se llevó a cabo, simplemente podemos observar una cruz y la mezuzah tapada, eso quiere decir que el habitante se convirtió al cristianismo borrando así su pasado.
TAUSTE Empezamos nuestro recorrido por Tauste.
Encontramos el barrio judío en el entorno de las Calles de San Bartolomé, Pedro IV de Aragón y López Arbizu. Allí vivieron los judíos antes de la expulsión definitiva en 1492. Paseando por estas calles todavía se puede ver la fachada del edificio que con toda seguridad fue la sinagoga, junto a la pequeña ermita de San Bartolomé. Entre una y otra existe una casa adosada años después, pero que en tiempos debía ser un gallizo por el que se accedía a la sinagoga. Se cree que los 6 arcos que se conservan en la fachada y otros que ya no existen representan a las 12 tribus de Israel.
EJEA DE LOS CABALLEROS
El barrio judío se localiza donde ahora actualmente está el Barrio de la Corona. Fue uno de los núcleos más importantes con una población de casi 300 judíos y la quinta Aljama de Aragón. Hoy en día se está realizando un proyecto de recuperación del casco histórico, así como la puesta en marcha de un Centro de Interpretación sobre la medicina y la astrología judía medieval y que sirva a su vez de centro director sobre las demás juderías que existen en la Comarca.
EL FRAGO
Dejamos Ejea y nos dirigimos al Frago. En este municipio también se ha quedado reflejada la huella judía sobretodo en sus callejuelas y en la lápida funeraria del rabí Jacob que podemos observar en una de sus calles.
BIEL
La judería de Biel está situada al norte de la población a partir de la plaza baja y ocupaba lo que actualmente es el Barrio Verde. Dentro de las Cinco Villas, esta fue la segunda en importancia después de la de Ejea, ya que más de la mitad de la población que vivía a principios del s.XV era judía.
Tenía dos centros principales, el social que era la zona comercial y el espacio donde se celebraban días festivos, esta zona correspondería con la plaza de la Caudevilla y otra zona para actos religioso situada en la calle Barrio Verde donde se situaba la sinagoga. Como curiosidad, las diferentes procesiones que actualmente se celebran en Biel, no van npor la calle Barrio Verde, haciendo así un extraño recorrido porque según cuenta la tradición no puede pasar por delante de “ la iglesia de los judíos”.
UNCASTILLO
La ubicación de la judería en Uncastillo en un inicio era a los alrededores de la peña Ayllón, asentamiento originario del castillo. Aunque poco a poco la población judía fue descendiendo por los callizos hasta vertebrarse a través de la calle Barrionuevo. El barrio quedó delimitado mediante portales que se cerraban por la noche o en caso de peligro. No dejen de observar la hendidura que hay tallada en la mayoría de las jambas de las puertas donde se colocaba el mezuzah que contenía el texto versificado de la semah, ahora en muchos edificios vemos que está sustituido por cruces. El cementerio se encontraba a extramuros, sin que el cortejo fúnebre atravesara el barrio cristiano. Para ver los restos que quedan del cementerio debemos atravesar el puente de Barrionuevo y llegar hasta el complejo deportivo del municipio.